En los ticostrongilidos de los rumiantes, en especial ovejas y cabras, la hipobiosis y la
maduración subsiguiente de las larvas tiene particular importancia en hembras preñadas y
en lactancia.
En los años 1960, varios autores describieron una elevación en el número de huevos
de nematodos en los excrementos de ovejas en lactancia. Ya que esta elevación
ocurría regularmente durante la primavera, fue llamada "elevación de
primavera". Sin embargo, más tarde se concluyó que que estas
observaciones estaban relacionadas con el estado reproductivo de las ovejas y no con la
estación del año, ya que la misma elevación de la cantidad de huevos fue experimentada
en ovejas que el parto y la lactancia ocurrían en otras estaciones. De aquí que el
término fue renombrado como "la elevación periparto" ó "EPP" para
describir mejor su asociación con el parto y la lactancia.
Observaciones experimentales en el ganado ovino demuestra que la elevación periparto
está asociada con la relajación periparto de la inmunidad, que está a su vez también
asociada con los cambios hormonales en el final del embarazo. Prolactina, la
principal hormona lactogénica, comienza a elevar sus niveles al final del embarazo y es
mantenida en altas concentraciones durante la lactancia, aparenta interferir(directa ó
indirectamente) con los mecanismos inmunológicos responsables de expulsar a los nematodos
que habitan en el intestino del ganado ovino y caprino.
La suspensión de esta
respuesta inmunológica, específica para el parásito, tiene las siguientes
consecuencias.
1. Las larvas entrantes, previamente
inhibidas ó recientemente ingeridas, llegarán a desarrollarse a adultos capaces de poner
huevos sin las restricciones impuestas por la respuesta inmunológica del hospedador.
2. Las restricciones inmunológicas
impuestas sobre la producción de huevos de las hembras presentes serán suspendidas.
El resultado final será una elevación en la producción total
de huevos de nematodos, que serán vistos al final del embarazo y la lactancia, como un
incremento en la cantidad de huevos de nematodos en los excrementos.
La terminación de la
lactancia, mediante el destete de los corderos, tiene como consecuencia cuatro
resultados en serie en las ovejas madres.
1. Una baja en los niveles de prolactina en
circulación.
2. La capacidad inmunológica para responder
es restituída.
3. La población de nematodos adultos
responsables de la elevación periparto es expulsada.
4. La cantidad de huevos de nematodos en los
excrementos disminuye hasta llegar a cero.
Esta gráfica representa la elevación periparto, como ocurre naturalmente en un
rebaño de ovejas, e ilustra cómo la misma puede ser controlada mediante el
tratamiento con los antihelmínticos correctos.
En este rebaño localizado en el sureste de Pennsylvania (E.U.A), el parto
de los corderos ocurre entre el 1 de enero y el 15 de febrero. Las ovejas y sus corderos
fueron mantenidos dentro hasta el destete el 29 de abril. Las ovejas fueron divididas en
dos grupos: un grupo no recibió tratamiento, mientras el otro grupo recibió tratamiento
al momento del parto con Ivermectina, una droga efectiva tanto frente a los adultos
maduros como frente a las larvas inhibidas. Seis semanas después del parto de los
corderos, la cantidad de huevos encontrados en las ovejas que no recibieron tratamiento
experimentaron una elevación, la EPP, que alcanzó el máximo el 29 de abril, el día del
destete. Después de esto la cantidad de huevos en los excrementos disminuyó
marcadamente. En las ovejas que recibieron tratamiento, la elevación periparto no
ocurrió. Evidentemente, esto demostró que el tratamiento con Ivermectina eliminó
las larvas detenidas en el desarrollo y a los adultos presentes, responsables de la
elevación periparto consiguiente. Ambos grupos de ovejas se mantuvieron paciendo
después de que los corderos fueron destetados. Los mismos demostraron una elevación
típica de verano en la cantidad de huevos, como resultado de la adquisición de
infecciones a consecuencia de un pasto contaminado con larvas de tercera etapa.